Salud
Salud en este apartado se refiere a hábitos que son adecuados para tener buena calidad de vida, ser feliz y bienestar.
«Lo importante es llegar a viejos siendo jóvenes».
Es muy importante realizar actividades que mejoren o mantengan una buena salud, porque si tienen una bonita casa, en un lugar tranquilo, con buena gente, con salud se disfruta mejor.
En este apartado se exponen varios hábitos adecuados para tener buena salud, tales como hacer deporte, alimentación sana y ecológica, el uso de ropa de moda eco, que proporcione bienestar además de comodidad y elegancia.
«No te apresures en partir, descubre cómo regalarte más tiempo de vida».
La manera en que respiras y piensas, lo que eliges para alimentarte, el vínculo que cultivas con la naturaleza, las horas que pasas inmóvil frente a una pantalla o dentro de una habitación cerrada, la calidad y cantidad de tu descanso nocturno, el agua que consumes y la regularidad con que lo haces, la luz solar que permites tocar tu piel, los cosméticos que aplicas —incluido el protector solar—, las relaciones sociales, las carencias nutricionales no atendidas, el uso constante de la tecnología… todo ello moldea tu estado físico y mental mucho más de lo que imaginas.
La buena noticia es que los daños acumulados por prácticas poco saludables no son definitivas.
El organismo tiene capacidad de recuperación.
Cada decisión, cada hábito y cada pensamiento influye directamente en la forma en que se expresan tus genes.
Por eso, la enfermedad no es un asunto de azar, sino la consecuencia de elecciones que, en gran medida, puedes transformar.

1. Deporte
Hacer deporte porque si, como una filosofía de sentir el cuerpo, de sentir cada pisada, cada respiración, incluso las pulsaciones del corazón, ver la naturaleza alrededor durante el viaje es una manera de sentirse vivo, de disfrutar del camino.
Muévete por placer, no por obligación.
Elige actividades que disfrutes (caminar, nadar, bailar, yoga, bicicleta, senderismo…). Cuando lo haces por gusto, el ejercicio se convierte en un regalo y no en una carga.
Escucha tu cuerpo.
Aprende a reconocer tus límites. Descansa cuando lo necesites y adapta la intensidad según tu energía del día. No se trata de “rendir”, sino de sentirte bien.
Integra el movimiento en tu rutina diaria.
Sube escaleras, da paseos al aire libre, estira al despertar o antes de dormir. Pequeños gestos constantes son más saludables que grandes esfuerzos ocasionales.
Combina ejercicio físico con bienestar mental.
Prueba prácticas que unen cuerpo y mente como yoga, tai chi, pilates o simplemente caminar en la naturaleza. Ayudan a reducir el estrés y mejorar el ánimo.
Crea un ambiente agradable y social.
Haz deporte con amigos, en familia o en grupos de ocio, no de competencia. Compartir la actividad refuerza la motivación y las relaciones sociales.

2. Alimentación
Prioriza alimentos frescos y naturales.
Da preferencia a frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales y proteínas magras frente a ultraprocesados, azúcares añadidos y grasas trans.
Mantén una buena hidratación.
El agua debe ser la bebida principal a lo largo del día. Evita refrescos azucarados y limita el consumo de alcohol.
Come con regularidad y escucha tu cuerpo.
Haz entre 3 y 5 comidas al día (según tus necesidades) sin saltarte ingestas importantes. Aprende a distinguir entre hambre real y antojo.
Controla las porciones y practica la moderación.
No se trata de restringir en exceso, sino de comer en cantidades adecuadas para tu nivel de actividad y energía.
Varía y equilibra tus platos.
Intenta que cada comida contenga una combinación de carbohidratos saludables, proteínas y grasas de buena calidad. La diversidad garantiza el aporte de vitaminas y minerales.

3. Cosmética
Optar por cosmética natural certificada
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Busca sellos como Ecocert, COSMOS, NATRUE o BioInspecta que garantizan que los ingredientes son de origen vegetal y libres de químicos agresivos.
Hidratación con aceites vegetales puros.
El aceite de jojoba, argán, rosa mosqueta o almendra son excelentes alternativas naturales a cremas convencionales, sin siliconas ni derivados del petróleo
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Exfoliación suave y biodegradable
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Sustituye exfoliantes con microplásticos por opciones naturales como azúcar, sal marina, café molido o avena
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Protección solar mineral.
Prefiere protectores solares con filtros físicos (óxido de zinc o dióxido de titanio no nano), más respetuosos con la piel y los ecosistemas marinos
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Rutina minimalista y consciente.
Reduce la cantidad de productos que usas, elige envases reciclables o rellenables y apuesta por marcas que prioricen ingredientes locales y de comercio justo.

4. Hábitos Para Vestir Mejor
Elegir fibras naturales y orgánicas.
Prefiere algodón orgánico, lino, cáñamo, bambú o lana certificada frente a fibras sintéticas derivadas del petróleo
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Comprar menos y con conciencia.
Opta por prendas atemporales y de calidad que duren años, en lugar de acumular moda rápida que se desgasta enseguida.
Apoyar marcas sostenibles y de comercio justo.
Busca certificaciones como GOTS, Fair Trade o OEKO-TEX que garantizan procesos respetuosos con el medio ambiente y las personas.
Dar una segunda vida a la ropa.
Reutiliza, repara, intercambia, vende o compra de segunda mano en lugar de desechar prendas en buen estado.
Lavar y cuidar de forma responsable.
Usa agua fría, programas cortos, detergentes ecológicos y bolsas para atrapar microfibras sintéticas, reduciendo así el impacto ambiental del lavado.